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Saturday, December 08, 2018

BIZNAGA + TIPEX @16Toneladas_ cartel


BIZNAGA se forman en Madrid en 2011, comienzan a dar bolos, editan un cassette y un EP, además de incluir temas en varios recopilatorios. Será en 2014 cuando con Holy Cuervo sacan su primer LP ‘Centro Dramático Nacional’, punk con una evolución hacia derroteros musicales más oscuros y, por decirlo así, más ‘autóctonos’. En 2017 aparece su segundo larga duración ‘Sentido del Espectáculo’ de la mano de Slovenly Records (USA), que les permite girar por Puerto Rico, Mexico, UK y Estados Unidos, tocar en festivales como Mad Cool, BBK Live, FIB, Low, Ebrovisión y, con él, tener un nuevo vehículo para joderse la vida. Esta es la última actuación de este disco, actualmente y en adelante se encuentran preparando su nuevo LP que saldrá en mayo de 2019.

TIPEX es una banda valenciana. Hace más o menos un par de años, Maria (Las Rodilleras, Summer Island), con un puñado de buenas canciones bajo el brazo, se junta con la mejor base rítmica habida por estos lares, Mezquita (Zanussi, Derrota, Cuello.. y un sin fin) a la batería y Ximo (Emergency Ponchos, Ataac, Podium) al bajo. Se meten en el local y acaban de dar forma a un repertorio, que con unos cuantos conciertos de fogueo acaban dando como resultado su primer LP editado por Flexidiscos (sello y tienda de la casa) hace un par de meses.





El punto de partida para el cartel es un grabado que aparece en una de las octavillas publicitarias con que Etienne-Gaspard Robertson inunda las calles de Paris a finales del XVIII, en ella, de forma resumida, promocionaba un espectáculo en que mostraba al respetable, la producción de fantasmas a través de medios ópticos: Fantasmagorías. Al aterrador efecto de las proyecciones (aún estáticas) sobre la concurrencia había que sumarle el ambiente tétrico potenciado por sonidos de truenos, campanillas, y otros ruidos por el estilo, además de un artefacto para generar humo, lo cual producía una espesa niebla sobre la que parecían flotar los espectros proyectados. Se trata, por decirlo de alguna manera, del precedente del cine de terror en nuestros días.


El grabado del pasquín fue realizado por el artista francés Edme Bovinet (1767-1832). No muy nítidamente, pero se puede ver la inscripción “Bovinet Sculp” en la esquina inferior derecha de la estampa. Bovinet fue un grabador galo, discípulo de Jean-Baptiste Patas, muy conocido por sus reproducciones de famosos pintores italianos, holandeses y franceses.




Mi reinterpretación cartoon de la teatral escena sigue bastante fielmente la disposición del original: la luz de la vela central deja a la derecha al esqueleto que guía al difunto enfundado en una túnica en medio de una columna de humo y peana que numera del uno al siete (¿), mientras que con la otra mano sujeta un reloj de arena. En el otro lateral una nigromántica dama señala con una vara la alegoría del del buho sobre el craneo y el libro, símbolo alegórico del conocimiento o conciencia de la muerte que representado en un cementerio o una escuela de medicina podría significar consciencia de la muerte, una advertencia de lo que está por venir y eres consciente de ello desde tu propia existencia terrenal. La figura al pie de la hechicera, penitente y que cubre el llanto con sus manos podría ser la alegoría del observador, de nosotros mismos. Las dos calaveras con alas de murciélago en los flancos superiores, otra representación alegórica recurrente desde la antigüedad del “memento mori”, la muerte del cuerpo acompañado de la regeneración del espíritu, el alma vuela y sigue viviendo.




Elementos de atrezzo de cosecha propia son la serpiente enroscada en el femur, el puro que fuma el esqueleto, así como la bota del pie adelantado, el muro de ladrillo que deja entrever la túnica como cuerpo perecedero que es hasta la construcción más sólida, la bruja representada siguiendo el canon del cartoon clásico, el dedo que parece señalar al vacio, aquí señala a unos eslabones que se quiebran, la unión o pacto que se rompe, el personaje arrodillado deja ver una gran cola de rata.
Los 4 colores brillantes y primarios subvierten lo tenebroso del registro monocromo original. De estos carteles en formato horizontal que suelo hacer con un personaje cartoon individual, este es el primero que hago con una composición coral.


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